Patrimonio urbano y negocios inmobiliarios en la Ciudad de México
Contribuciones de Contested Cities al XIII Coloquio Internacional de Geocrítica
Khalil Esteban – Contested_Cities Buenos Aires
(3/3) Patrimonio urbano y negocios inmobiliarios en la Ciudad de México
Entre el 5 y 10 de mayo de 2014 se desarrolló en la Universidad de Barcelona el XIII Coloquio Internacional de Geocrítica, denominado “El control del espacio y los espacios de control”. El Coloquio contó con 22 sesiones en las que se discutieron cuestiones relacionadas al poder y su ejercicio, con especial atención en las múltiples formas de control que se ejercen en la época contemporánea sobre la sociedad y el espacio. El acceso al programa completo puede encontrarse aquí.
14 investigadores de la red Contested_Cities formaron parte del Coloquio, presentando 9 ponencias individuales y colectivas en 7 sesiones distintas. Consecuentemente al interés de la red por generar estudios empíricos sobre las consecuencias de las políticas de neoliberalismo urbano en cada uno de los nodos de la red, distintos investigadores mexicanos han hecho su aporte en relación al vínculo entre patrimonio urbano y negocios inmobiliarios, tanto para la Ciudad de México como para la Riviera Maya.
La quinta sesión, denominada “Retórica y simbólica del poder”, contó con la participación –en ausencia- del artículo de Víctor Delgadillo (del nodo México), denominado “La política del espacio público y del patrimonio urbano en la Ciudad de México: discurso progresista, negocios inmobiliarios y buen comportamiento social”. En él se analiza cómo las políticas públicas de patrimonio urbano y espacio público de la ciudad de México actúan sólo en las áreas más rentables de la ciudad, pese a estar basadas en un discurso universalista y de respeto a los derechos humanos que habla del interés colectivo. Estas políticas públicas (realizadas en el marco de alianzas público-privadas), se acompañan de un marco jurídico que promueve el buen comportamiento social y cívico en los espacios recuperados y modernizados; una política “cultural” que ocupa el espacio público con eventos culturales y de entretenimiento gratuito erosionando la dimensión política del espacio público; y una política de seguridad pública inspirada en la cero tolerancia que multiplica las corporaciones policiacas y refina los sistemas de vigilancia y control social. En su conjunto, estas iniciativas refuerzan las tendencias de segregación urbana y social y contribuyen a la fragmentación del tejido urbano, creando porciones de ciudad cada vez más exclusivas y excluyentes, destinadas al consumo de las clases medias y para la realización de negocios privados. A partir de la descripción y el análisis de distintas políticas, el autor demuestra como, por ejemplo, en una parte del Centro Histórico (donde no cabe la construcción de barreras físicas que impidan el acceso a la población de bajos ingresos), se impulsa la construcción de barreras virtuales a través de instrumentos disimulados y sutiles para el control social, como la normatividad urbana y cívica, la política de entretenimiento cultural, la video-vigilancia, y las campañas mediáticas y de marketing político. El acceso al artículo completo puede encontrarse aquí.
En la sesión sexta, “La ocupación del espacio y el control de los individuos”, Patricia Eugenia Olivera Martínez (del nodo México) presentó un trabajo que analiza los mecanismos de control político y simbólico de los espacios urbanos de la Ciudad de México, específicamente, dos mecanismos centrales: el primero, relativo a la propiedad, la tenencia del suelo y ciertas tipologías de edificabilidad; el segundo, el control privado de los mecanismos financieros para la producción y reciclado de los usos y actividades muy rentables de acuerdo con esas tipologías. Ambos mecanismos se sitúan en el marco de las políticas de renovación urbana implementadas desde fines de la década de 1980, asociados a la apropiación de determinados espacios con alto valor material y simbólico de la Ciudad de México. La hipótesis central del trabajo es que estas transformaciones son orientadas al consumo, y que ciertas formas de consumo son inducidas a partir de la producción de nuevos íconos y significados simbólicos ligados a nuevos estilos de vida. En este contexto, se destaca el modelo empresarialista de gestión urbana, que incluye la transferencia de la propiedad del suelo desde el sector público al privado, y un tipo de financiamiento controlado en gran medida por agentes financieros que deciden qué se produce, para quién y cuáles son emprendimientos deseables en la ciudad interior, incluso en lo relativo a la demanda de vivienda social. En su conjunto, las políticas neoliberales de la Ciudad de México están generando el desplazamiento social de residentes, comerciantes y trabajadores de servicios tradicionales de los espacios centrales de la ciudad; una sobreoferta de proyectos para sectores pequeños de población junto a la creación de nuevos espacios de consumo orientada a sus estilos de vida (centros comerciales llamados Lifestyles, grandes desarrollos de usos mixtos, “ciudades cerradas” privadas que incluyen corporativos, tiendas de marca, etc.); una creciente asociación del estado con los sectores financieros en relación a la promoción de “vivienda social”; el incremento del precio del suelo y la consiguiente especulación y; en el plano simbólico, la utilización de discursos esteticistas y patrimonialistas en la producción de la ciudad, que ocultan que en general ese patrimonio no es rescatado para uso público, sino para uso privado.
Finalmente, en la 16ª sesión –denominada “La articulación del territorio y las divisiones administrativas”-, Luis Alberto Salinas Arreortua (del nodo México) presentó su trabajo titulado “Reformas neoliberales como mecanismos para la reestructuración del territorio en la Rivera Maya, México”. Este trabajo se propone analizar las características que originaron el complejo residencial y comercial Aldea Zamá, construido en un terreno de 74 hectáreas en el municipio de Tulum (Quintana Roo), en la Riviera Maya. Siguiendo la propuesta conceptual de David Harvey, el autor define al proyecto como parte de un proceso de reproducción de capital a partir de la acumulación por desposesión, que supone (entre otras cosas) la mercantilización y privatización de la tierra y la conversión de varios tipos de derechos de propiedad (comunal, colectiva, estatal, etc.) en derechos de propiedad privada exclusivos. En el caso específico de estudio, la incorporación de suelo de propiedad social al desarrollo urbano mediante el mercado inmobiliario fue posible debido a las reformas realizadas al artículo 27° constitucional, que permitió la incorporación de suelo de propiedad social (ejidal y comunal) al mercado inmobiliario, ocasionando una notable fragmentación del territorio. Este proceso, que caracteriza gran parte de las transformaciones de la Riviera Maya, ha generado la coexistencia de desarrollos dirigidos a sectores de altos ingresos en espacios con predominio de población de bajos ingresos; además de cambios de uso de suelo y de la imagen territorial, cambios en los estilos de vida de la población residente y aumento del empleo no calificado y semicalificado de bajos ingresos. Asimismo, con la propuesta de reforma del artículo 27, los extranjeros podrán adquirir lotes para vivienda o viviendas terminadas de forma directa en territorio que era restringido, consolidándose Tulum y el proyecto Aldea Zamá como espacios para el turismo residencial nacional y extranjero que llevan adelante un proceso de reproducción de capital a partir de la acumulación por desposesión.
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