Gentrificación y derecho a la ciudad

Posted on Ene 26, 2015 in entrevista, gentrificación
Gentrificación y derecho a la ciudad

Entrevista a Michael Janoschka, CONTESTED_CITIES,  a su paso por Quito (Ecuador)

Por Lina Magalhaes, 17/12/2014. Publicada originalmente en Grupo de investigación de Derecho a la Ciudad (Flacso-Ecuador)

https://derechoalaciudadflacso.files.wordpress.com/2014/01/derecho-clacso.jpg?w=300&h=202Derecho a la Ciudad: Se escucha mucho hablar del término “gentrificación”. No solo en la academia, sino también en los medios de comunicación y ahora también desde los movimientos sociales. Sabemos que es un concepto bastante amplio, pero quería saber, resumidamente, ¿qué entiendes tú por gentrificación?

Michael Janoschka: Los procesos de gentrificación implican cuatro aspectos: (1) la invasión del capital en un espacio determinado, en un barrio determinado; (2) la transformación física y simbólica de este espacio a partir de la invasión; (3) la llegada de personas de mayores ingresos a este espacio urbano, y esto implica el cuarto punto y lo más importante que es (4) el desplazamiento o la expulsión de las clases populares o de las personas más humildes de este barrio o de este espacio determinado. Y eso es lo fundamental cuando hablamos de gentrificación, tenemos que poner énfasis en la expulsión y en el desplazamiento de personas, de subjetividades, de formas de convivir, de formas de apropiar el espacio y con eso enfocarnos en las injusticias que están ocurriendo en las ciudades hoy día. Por eso, el término “gentrificación” tiene un sentido y presenta una articulación necesaria para politizar los estudios urbanos y para guiar la lucha por la ciudad en las ciudades latinoamericanas. Recordando la expulsión. Por eso los que hablan que puede haber gentrificación sin expulsión, simplemente están menospreciando el término para despolitizarlo y con eso desactivar mecanismos que se han dado para empoderar a la población. Y creo que el término “gentrificación” con los matices que desarrollamos en América Latina, puede ser una herramienta potente para fortalecer, fomentar las luchas por la vivienda, las luchas por la ciudad en las ciudades latinoamericanas.

DC: Ya que mencionaste este vínculo de la gentrificación con las luchas urbanas, y en referencia a un artículo tuyo escrito con Antoine Casgrain, que decía que eran casi inherentes a los procesos de gentrificación los procesos de de-gentrificacion o anti-gentrificación. ¿En ese sentido existe este vínculo fuerte entre procesos de gentrificación, exclusión social y luchas urbanas?

Janoschka: Lo que es importante reconocer es que los procesos de gentrificación en las ciudades latinoamericanas no es lo que se ha dado en los últimos 40 años en el mundo anglosajón. Lo interesante de este punto es que va más allá del mercado de la vivienda y del mercado del suelo. Con lo cual, por ejemplo, uno de los efectos que me parece muy interesante es como de forma simbólica se están gentrificando los centros históricos, donde hay una exclusión simbólica, un control del espacio público, una expulsión de los vendedores ambulantes. Toda una serie de mecanismos y dispositivos de control que implican la dominación simbólica de las clases poderosas sobre las clases populares en el espacio urbano. Esos procesos implican también, y si vemos la estructuración social de las sociedades latinoamericanas, es bastante diferente de la que existe en el mundo anglosajón. Estos procesos implican entonces también que la recepción de las políticas neoliberales de gentrificación activa las políticas del Estado, que intentan transformar barrios en espacios exclusivos influyentes conjuntamente con el capital económico. Esto se manifiesta de otra manera en América Latina y causa rechazos por parte de las clases populares sobretodo, que son marcadamente más importantes que lo que ocurre en las ciudades norteamericanas, inglesas o australianas. Por ende, es extremadamente importante mirar a las distintas formas de lucha, de resistencia a la gentrificación, porque los procesos de gentrificación no ocurren tan linealmente y tan fácilmente en las ciudades latinoamericanas como en el mundo anglosajón, y con eso hay una esperanza de que se puedan parar o revertir las políticas neoliberales desplegadas en los territorios. Entonces me parece muy importante pensar en nuestro rol como investigadores, de formar parte de estas luchas, de pensar cómo estas luchas puedan resultar en ejemplos de resistencia a la gentrificación y eso es algo fundamental cuando pensamos en los procesos de gentrificación en América Latina, contextualizada y trabajada en conjunto con los que están intentando resistir a los procesos de expulsión en sus propios barrios.

DC: La adopción del término “gentrification” en América Latina es realizada muchas veces de forma crítica. Algunos intelectuales se resisten a la propia utilización del término anglosajón y proponen términos como “ennoblecimiento”, “enblanquecimiento”, “elitización” para diferenciar los procesos que ocurren en el sur y en el norte global. ¿Cuáles serían entonces las diferencias entre “gentrification” y la “gentrificación” latinoamericana?

Janoschka: Bueno, en nuestra investigación nosotros analizamos una serie de diferencias. Una es la que mencioné yo, la gentrificación simbólica, que es totalmente fundamental para entender los procesos de transformación urbana en estos momentos, todo lo que significa la rearticulación simbólica del centro de la ciudad en casi todas las ciudades latinoamericanas. En segundo lugar, todos los procesos de resistencia. En tercer lugar, la cuestión del comercio como un aspecto fundamental en la reelaboración de estrategias políticas que sirven para gentrificar la ciudad. En cuarto lugar, la propia actitud del Estado, la forma en cómo se ensamblan, como se desarrollan las políticas neoliberales que preparan la ciudad para la gentrificación a través de grandes proyectos urbanos como en el mercado San Roque acá en Quito, a través de mini intervenciones que  transforman la posibilidad de apropiar el espacio urbano o a través de masivas intervenciones como la renovación del espacio público, la renovación de los edificios estatales, que implican un punto de partida para la posterior invasión privada. Y como último punto, la forma en cómo se está transformando las relaciones entre lo formal y lo informal en la ciudad. Estudiamos por ejemplo en Rio de Janeiro cómo la formación de nuevos mercados inmobiliarios, es decir, la formalización de la tenencia de la tierra en las favelas, implica la transformación profunda de estos espacios con la consiguiente expulsión de algunas personas de menores recursos económicos especialmente de las favelas más céntricas. Y esto también se relaciona con la construcción del modelo de vivienda social en América Latina, que es uno de los mayores desastres que se ha ido produciendo en la última década, porque implica la separación residencial extrema de las distintas capas de la población, un enjaulamiento en viviendas pre-fabricadas de las clases populares como si fueran gallinas. Y la mercantilización de un bien que es la vivienda de primera necesidad. Eso es uno de los aspectos que está íntimamente relacionado con la gentrificación porque los espacios de donde provienen las personas que se mudan a la última y ultra periferia urbana en viviendas sociales, son muchas veces las personas que fueron expulsadas de las áreas más céntricas donde vivían antes.  Y esto es una producción de injusticia espacial a través del mercado, que debería alarmarnos porque al final ¿qué tipo de contrato social podemos pedir a una persona que mandamos a 70 km. a la periferia y lo enjaulamos con toda su familia en una vivienda social de mala calidad, de 40 mts.2, no respetando la producción subjetiva del hábitat y la producción sin la apropiación del espacio por la población y los deseos de las personas? ¿qué tipo de contrato social luego podemos pedir?

DC: Solo para terminar, ¿cuál es el vínculo entre gentrificación y derecho a la ciudad?

Janoschka: Yo recuerdo que hace algunos años había mucha gente preguntando por qué deberíamos utilizar el término gentrificación y no otros. Y un evento clave para mí ha sido cuando hace algunos años fui a Santiago de Chile y el Movimiento de Pobladores en Lucha (MPL) se acercó a mí y empezaron a utilizar el término gentrificación de una forma nítida, más bien de calle, sin saber muy bien cómo aplicarlo en la lucha y me pedían un tipo de sistematización de este término. Y decía, bueno, que el concepto lo aterrizaban los movimientos sociales y puede servir como en este caso, donde el Movimiento de Pobladores en Lucha a través de la construcción y del uso de “gentrificación”, hacen representaciones visuales muy fuertes, ganaron un plebiscito en contra de la transformación drástica de la comuna de Peñalolen y pudo parar una serie de desarrollos inmobiliarios exclusivos que hubieran significado la expulsión de mucha población autóctona de esa comuna. Si los movimientos sociales utilizan este término, ¿porque debería haber una resistencia por parte de los investigadores? Entonces en relación a lo que me preguntaste, de qué manera se relaciona el concepto gentrificación y la cuestión del derecho a la ciudad, creo que es importante destacar que la intención de ambos conceptos y discursos es visibilizar las injusticias del capitalismo global actual y reivindicar la creación de otra sociedad y otra forma de crear ciudad. Se trata de visibilizar que la ciudad no es simplemente un conjunto de edificios en la cual rige la ley del mercado y donde las empresas inmobiliarias pueden apropiarse de la plusvalía de todo, sino que son espacios habitados por seres humanos que tienen la necesidad de crear una ciudad diferente a la ciudad prevista por el mercado inmobiliario. Ambos términos, creo, ayudan a politizar estas luchas, a visibilizar estas luchas y a lograr una transformación social apelando a la auto-organización, apelando a la responsabilidad del Estado, y creando otro modelo de ciudad, que es extremadamente necesario.

 

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