Gentrificación en Madrid (?)

Posted on Dic 11, 2014 in gentrificación, Madrid
Gentrificación en Madrid (?)

El pasado jueves 23 de Octubre el Club de Debates Urbanos organizó, apadrinado por la Fundación de Investigaciones Marxistas, un coloquio de actualidad sobre la Gentrificación en Madrid, en la Librería Dalcó (c/ Olmo 18, metro Lavapiés). En la charla participaron como ponentes Teresa Arenillas (arquitecta, FIM); Álvaro Ardura (arquitecto, Club de Debates Urbanos), Daniel Sorando (sociólogo urbano, UCM) y quien recopila también estas notas, Eva García Pérez (arquitecta urbanista, Observatorio Metropolitano), junto con un buen nutrido conjunto de asistentes.

Relatamos a continuación los puntos más interesantes de aquella cita, donde sobresalieron algunas de las actuales polémicas que arrastra el concepto de gentrificación y sus posibles evidencias para el caso de la ciudad de Madrid.

¿un nuevo término para designar un viejo proceso?

Paris boulevardHenriIVComo en cualquier conversación sobre la gentrificación, es casi obligado remitirse al origen del término “gentry” y hacer diversas puntualizaciones. Teresa Arenillas vinculó el fenómeno conceptualizado como relativamente moderno -para algunos teorizado en los años 60 (R.Glass) y para otros en los 90 (M. Pacione)- con los procesos del siglo XIX de congestión de la ciudad industrial y sus correspondientes procesos de reforma higienista, citando Engels en su conocido texto “Contribución al Problema de la vivienda” (1887) donde la cirugía de Haussman en París además de “hacer más difícil la lucha de barricadas” persigue convertir estas ciudades en ciudades de lujo “abriendo brechas en los barrios obreros, particularmente en los situados en el centro de nuestras grandes ciudades, ya responda esto a una atención a la salud pública, o de embellecimiento, o bien a unas necesidades de comunicaciones , como ferrocarriles, calles etc.”, con ello ” la población obrera se lanza fuera de la ciudad y los espacios centrales los recupera la burguesía floreciente. Se mejora la ciudad pero a costa de sus ciudadanos más desfavorecidos” y añade Engels: “El resultado siempre es el mismo cualquiera que sea el motivo evocado: las callejuelas y los callejones sin salida más escandalosos desaparecen y la burguesía se glorifica con un resultado tan grandioso; pero….callejuelas y callejones sin salida reaparecen prontamente en otro lugar, y muy a menudo en lugares muy próximos”.

Remarcó Arenillas que desde entonces la ciudad es objeto de operaciones denominadas de sventramento o renewal, interviniendo en ella con el objetivo de recomponerla, social y económicamente, según los diferentes ciclos económicos. Es durante el siglo XX, con las primeras declaraciones de núcleos urbanos históricos y los primeros programas piloto españoles de rehabilitación integrada de centros históricos urbanos y rurales de finales de los 70 y primeros 80, que el objetivo de mantener a la población se hace explícito (“Carta de Ámsterdam del Patrimonio Arquitectónico” de 1975). También en el caso de algunas operaciones ejemplares, como la que desarrolló el Ayuntamiento comunista de la ciudad de Bolonia a principios de los años sesenta, quien afronta el reto de conservar el tejido urbano de una ciudad histórica en su conjunto con la idea conservar la estructura urbana, el patrimonio, los usos, y sobre todo la población… con cinco famosas salvaguardias: pública, social, productiva, ambiental y programática.

¿un fenómeno anglosajón de difícil reconocimiento en la ciudades mediterráneas?

Álvaro Ardura rescató en su intervención algunos de los autores y ejemplos clásicos del mundo anglosajón, preguntándose acerca de este vínculo con alguno de los fenómenos que observamos en Madrid.

Por un lado rescató la polémica clásica entre la Moses Corporate city versus el Jacobs Urban village para la ciudad de NY y algunos conceptos esenciales en el término gentrificación, como la brecha de renta (rent-gap) y la cuestión de raza o clase (tal y como han defendido Neil Smith y Loretta Lees). También recordó las etapas básicas de un proceso de regeneración urbana con tintes de gentrificación, a partir de Clay (Neighbourhood Renewal -1979):

  • Fase 1: un grupo reducido de pioneros con financiación propia, bohemios o homosexuales pasa inadvertido de forma general y ocupa un nicho de vivienda vacante en una zona de oportunidad.
  • Fase 2: aumenta el grupo de pioneros, con el inicio actividades promoción, eliminación de stock de vivienda vacía y escasez y la promoción inmobiliaria a pequeña escala. Comienza el desplazamiento a través de la carestía en el alquiler principalmente. Durante esta etapa se produce cierta resignificación del entorno (cultural, o través de un cambio de nombre)
  • Fase 3: se incorporan más medios, administraciones y grandes promotores al proceso, con mejoras físicas más evidentes. Esto provoca una agudización del desplazamiento, tensiones entre residentes autóctonos y nuevos residentes, y resulta en una homogeneización espacial del barrio, más seguro, limpio, etc…
  • Fase 4: desembarco de clases altas (con verdadero poder adquisitivo) provocando un desplazamiento del mercado de la propiedad de vivienda, no sólo alquiler.

broadway market hackneymercado de motores 2 Por otro lado, se repasaron ejemplos de gentrificación en ciudades anglosajonas, tanto en barrios de Londres (tanto Hackney con el Broadway Market como Islington, en Park Slope) como en calles de Nueva York (Smith Street -Cobble Hill- en Brooklyn y Elizabeth Street en NoLiTa -NOrth of Little ITAly- en Manhattan). Estos casos, que bien se podrían contraponer a las incipientes experiencias de nuevos mercados en Madrid (Mercado de Motores y Matadero) como a la gentrificación comercial inducida de Triball, dan buena cuenta de las grandes transformaciones comerciales y del espacio público que arrastran estos procesos y donde al menos destacan dos temas de debate:

  • la diversidad social como espina dorsal del alma de la ciudad, de su autenticidad (Zukin -The Cultures of Cities. Oxford. 1995).
  • la pacificación del espacio público vía el diseño urbano, o lo que se conoce como domesticación por el cappucino (Domestication by cappuccino -Atkinson)

el atractivo de la mezcla social y los juegos de poder

Daniel Sorando presentó un interesante enfoque bourdiano sobre las relaciones sociales en barrios mixtos en procesos de regeneración a partir de una serie de ciudades españolas que constituyen los estudios de caso de su Tesis doctoral: es decir, sobre la coexistencia de gentes con diferentes intereses (del conflicto a la alianza), distantes en el espacio social pero próximas en el espacio geográfico.

Su análisis sobre estos juegos de poder en centros gentrificados que comportan la excepcionalidad de la mezcla social arrojaba cuatro tipos de discursos en torno al reclamo de un derecho moral sobre el territorio habitado:

  • Discurso de la necesidad, enunciado por la población más estigmatizada que hacía hincapié en la fuerza de la vecindad.
  • Discurso de lo auténtico, por parte de población originaria del barrio con cierta movilidad social ascendente.
  • Discurso del movimiento, por parte de jóvenes con mayor capital cultural no correspondido con su capital económico.
  • Discurso asentado, en defensa de un estatus a través de la pugna por los significados asociados al barrio como pueblo solidario, del que quieren distinguirse. Este grupo estaría a favor de un amplio proceso de mejora del barrio.

Del estudio de estos casos se evidenciaba que entre las diferentes clases medias (media y baja) se entraba en competencia por ciertos valores compartidos sobre el barrio, pero que entraban en conflicto entre pautas de vida aún colectivas, y otras cada vez más individualistas.

La población más joven presentaba una experiencia contradictoria del barrio, apoyándose en una definición ética y estética del barrio, que va desde la vida vibrante y amena de estos barrios (elogio de la mezcla) al deseo de distinción (a través de la herramienta de la cultura) que podía llevar por último a la domesticación del espacio.

Así se mostraba que los efectos del capital simbólico tienen también consecuencias materiales, la consolidación de diferentes estilos de vida también complica las relaciones comunitarias con las que población de menos recursos sale adelante, al mismo tiempo que el control social y las normas comunitarias chocan con la predisposición a las trayectorias más individuales.

Sobre esta base el autor concluyó con una reflexión sobre el efecto de las políticas públicas en estos entornos en vías de regeneración, siendo éstas políticas discriminatorias (regresivas) que discriminan a ciertas poblaciones en favor de otras: Las luchas en estos barrios son tanto materiales como simbólicas, marcadas por las relaciones de desigualdad que definen al espacio social neoliberal, fuente inagotable de satisfacciones y temores, así como de reconocimientos y descréditos: desde los beneficios simbólicos de las clases medias y los beneficios materiales de los comercializadores de vivienda hasta el miedo y la soledad de las clases populares.

¿Madrid se gentrifica?

Por mi parte y para cerrar la mesa, quise destacar tres cuestiones importantes cuando debatimos sobre gentrificación, entendiendo el fenómeno como una nueva forma sofisticada y moderna de segregación socioespacial que comprende un cambio de paradigma cultural sobre el desarrollo de la ciudad que vuelve la mirada a la ciudad consolidada.

La primera refería la importancia de la relación entre gentrificación y desplazamiento, en un sentido amplio: de población, prácticas espaciales, usos y comercios, tanto como otros intangibles como la memoria, de manera directa o indirecta. Explicitar el vínculo entre ambas cuestiones es siempre importante, porque sobre el efecto escaparate del primero se oculta a veces de manera muy imperceptible, el segundo.

Sobre el vector gentrificación <> desplazamiento intervienen diferentes formas y grados de violencia en función de los factores que tengan preminencia en el proceso, bien en el caso de procesos de gentrificación impulsados a través de las políticas públicas del Estado (caso del turismo), gentrificación productiva y comercial (sobre áreas industriales, creando economías del conocimiento), gentrificación simbólica (a través de la resignificación de lugares y los instrumentos de la cultura) u otras cuestiones como la migración y la resistencia que también hacen al proceso. Esta violencia operacionalizaría los diferentes factores del desplazamiento: de forma lenta o rápida; de manera difusa o concentrada; atomizada o extensiva; sutil o explicita (caso de los desahucios, por ejemplo); bajo lógicas securitarias o bajo el paraguas “institucional” que otorga legitimidad al derecho de habitar de unos grupos sobre otros.

La segunda cuestión refería a la apropiación de la plusvalía o plusvalor en el proceso de gentrificación, entendiendo esto como la captación de una riqueza colectiva en sus múltiples formas por agentes privados con fines de lucro. El mercado inmobiliario sería el mejor exponente de ellos, a través de la formación de diversos mercados asociados a las rentas de posición. Sobre este asunto, el desmantelamiento de la vivienda social en Madrid en la periferia, o los desahucios de alquiler en el centro de Madrid serían aspectos a tener cuenta para una visión más amplia del fenómeno.

business-improvement-districtEl tercer aspecto tenía como intención destacar la posible relación entre gentrificación y crisis, ateniéndose a un escenario post ciclo alcista que registra cierto ralentizamiento del fenómeno por la contracción del consumo, al tiempo que un nuevo rol en las políticas públicas puestas en marcha recientemente, hacia un nuevo modelo productivo que auspicie la vuelta a la ciudad en Madrid. En este sentido cabe llamar la atención en torno a cinco temas:

  • Flexibilización y agilización del mercado de alquiler: nueva ley de arrendamientos urbanos y de sociedades de inversión.
  • La rehabilitación como medida contracíclica, a través de la LRRRU con posibles nuevos nichos de mercado cuando se abra la ocasión, y de la revisión del Plan General del Madrid (recientemente puesto en suspenso) con la promoción residencial del centro, de su imagen y espacio público.
  • La rebaja de la protección patrimonial a través de la revisión del Catálogo de Edificios de Madrid, eliminando obstáculos a la inversión privada (como en el caso del edificio antes público de Corredera Baja de San Pablo, ahora vendido a un fondo de inversión).
  • Los dispositivos de normalización y control vendidos como mejora de la convivencia a través de medidas securitarias. Por suerte en este caso la nueva Ordenanza Cívica de Madrid no verá la luz en 2015.
  • La gobernanza urbana empresarial o los barrios premium, distritos de mejora empresarial (BID – business improvement districts) que podrían nacer en el barrio de Las Letras.

corredera bajaPor último, sobre las evidencias de gentrificación en Madrid en estos últimos años, algunas de ellas pueden obtenerse del estudio de los cambios demográficos, económicos e inmobiliarios. En este artículo se exploran estos factores para los barrios de Chueca, Malasaña y Lavapiés, mostrando que el fenómeno es contradictorio en ocasiones y que implica la simultaneidad de diversos procesos a veces difíciles de discernir. Sin embargo el Centro de Madrid no debe ser el único objeto de nuestras miradas, a pesar de su rejuvenecida población y su posición privilegiada en el arco de precios de la ciudad. Arganzuela, Tetuán o Puerta del Ángel ya han sido señalados en otras ocasiones como posibles lugares de reemplazo, por lo que merece la pena estar atentos para intentar impedir procesos de gentrificación donde aún es posible.

Debate

En la primera parte del debate salieron a relucir las cuestiones más trendy de la gentrificación, sobre la cada vez más hipsterización de ciertas zonas de Madrid y el peso de su economía. Al hilo se citaba a la periodista y escritora argentina Lucía Lijtmaer, quien se pregunta si la gentrificación es el producto de una economía hipster: “El modelo de desarrollo urbano asociado con las clases creativas ha resultado ser el sueño húmedo de la economía neoliberal: tapar los agujeros con pajaritos y buen rollo”. Sobre estas cuestiones polémicas y de difícil frontera, intervino Emanuele Pierobon mencionando un decálogo sobre gentrificación que si bien incompleto, servía para marcar el acento sobre la pérdida de mezcla social, la variedad de usos y de personajes, junto con algunas posibilidades de frenar el proceso.

Sin embargo a continuación, Francisco López Groh planteó una enmienda a la totalidad del enfoque de la mesa que hacía hincapié sobre qué debía ocupar verdaderamente el centro del debate. Según su percepción los conceptos arrastran contenido ideológicos e incluso de “moda” (que es una forma banal de la ideología) y sobre todo, tienden a desplazar a otras ideas del escenario del debate, escondiéndolas. Eso estaría ocurriendo en cierta forma con el término gentrificación, convertido no por casualidad en bandera de las clases medias jóvenes empobrecidas por la crisis (la esquizofrenia entre las prácticas del sujeto y su interpretación del mundo). La idea de que unos malvados agentes (aunque los haya) intentan arrebatar el territorio a unas capas sociales asentadas en determinados lugares de la ciudad con ciertas ventajas comparativas (externalidades beneficiosas, creadas a lo largo del tiempo tanto en este lado de la orilla como en el otro) convierte a la gentrificación  en un señuelo, cuyo resultado es que no se pregunta por qué los barrios estaban en declive antes de ser asaltados por las capas medias (sólo algunos!) e impide que se vean otros en los que nadie se fijaría y que se hunden cada vez más en su propia miserias.

Sería la cuestión del declive -anterior, posterior y presente- la que debería ocupar cierta centralidad en los procesos urbanos, con sus pautas de diferenciación espacial. Para ello Paco se remitía a un artículo de Matthias BERNT donde, analizando el declive de las ciudades alemanas del este, señalaba que el debate acerca de la intervención neoliberal de la ciudad se había centrado en la ’empresarialización’ de la política local. Pero Bernt señalaba que este proceso (como la gentrificación) ha sido practicado en zonas ricas (o si se quiere en bolsas en declive funcional o social en zonas ricas). Bernt prefiere así fijarse en las condiciones en que esta política neoliberal trata a las zonas, municipios o regiones marginalizadas o pobres (Alemania del Este) zonas en declive socioeconómico, y señala tres aspectos importantes al respecto:
a) Gestionar el declive “se ha convertido en una cuestión más importante en la política local que las estrategias de crecimiento de los emprendedores”.
b) en estos lugares la formación de coaliciones público-privadas es complicada.
c) la política local es mucho más dependiente de los recursos por del gobierno nacional que de la inversión privada, por lo que se producen “coaliciones de subvención” en lugar de “coaliciones de crecimiento ‘.

Concluía Paco Gros que quizás además de estar atentos a los procesos de “rentabilización privada” de las rentas comunes (de todo tipo, la el suelo es sólo una expresión de otras rentas) es decir a la “re-mercantilización del espacio urbano” deberíamos fijarnos en esas zonas en declive y las políticas para sacarlas del mismo. Hoy de nuevo se corre el peligro (en diferente contexto) de focalizarlo todo en el centro (como ocurrió en el debate de los 80 sobre la recuperación del centro y el proyecto urbano) reforzando inocentemente las tendencias divergentes de re-centralización y exclusión.

Eva García es miembro del Observatorio Metropolitano e investigadora Contested_Cities.

*gracias a los citados por aportas sus notas para este post

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