Joan es Catedrático en Ciencia Política en la Universitat Autònoma de Barcelona, investigador del Instituto Universitario de Gobierno y Políticas Públicas y Profesor Emérito del Departamento de Asuntos Públicos de FLACSO Ecuador. Sus últimas publicaciones enfocan en las transformaciones políticas a nivel municipal en España tras la profunda crisis social, económica y política. Destaca el libro “Ciudades y cambio de época: discursos sobre políticas urbanas y crisis en España.” (2015).

Abstract:
¿Se nos está haciendo viejo el nuevo municipalismo?
Capacidad disruptora e inercias institucionales un año después del 24 de mayo del 2015

Las elecciones municipales de mayo del 2015 marcaron un punto de inflexión. La significación de los cambios y la llegada de mucha gente nueva a los plenos municipales, a alcaldías y concejalías, hizo que muy pronto se hablara de un "nuevo municipalismo". Ahora, un año después, hay voces que dicen que lo nuevo se nos ha hecho viejo. ¿Están cambiando las ciudades y los pueblos los nuevos equipos de gobierno, o son las instituciones que han obligado a los que querían cambiarlo todo a adaptarse a los estrictos marcos institucionales?.

El esquema binario nuevo-viejo es demasiado simple. Y por otro lado, en cada municipio la situación es distinta (en este sentido, los comentarios que aquí se hacen, están fuertemente marcados por la experiencia de “Barcelona en Comú”). Lo cierto es que la alteración del mapa político local fue notable. Mucho más pluralismo, tanto en los plenos municipales como en el interior de las propias fuerzas o confluencias políticas.  Mayorías frágiles. Un contexto muy marcado por políticas de austeridad y de crisis de las instituciones políticas y de los partidos tradicionales, aquejados de numerosos casos de corrupción y descrédito. Algunos elementos  a destacar en estos meses: nuevas agendas locales, con más énfasis en lo social, nuevas concepciones sobre diversidad y menos adherencia a las competencias marcadas por las leyes tradicionalmente centralizadoras; voluntad de romper y desbordar la lógica gobierno-gobernanza, que circunscribía las experiencias participativas a marcos y contextos muy concretos; notable uso de las redes para generar nuevos canales de relación y comunicación, dentro y fuera de la institución y de la dinámica organizativa.

No está aún claro si nos encontramos ante un “municipalismo de respuesta a la crisis” (medidas paliativas, mayor capacidad redistributiva, medidas de emergencia…) y a sus efectos, o un “municipalismo alternativo” capaz de plantear nuevas formas de relación social y política, de producción y consumo (uso de la capacidad contratadora, iniciativas de nueva economía, nuevas modalidades en temas suelo-vivienda, municipalización servicios,…), de superación de la idea de lo público como estrictamente institucional. Tampoco podemos establecer con claridad el grado de novedad en las relaciones institución-movimientos-dinámica social, aunque si han ido surgiendo iniciativas que apuntan a la voluntad de experimentar y superar las lógicas estrictamente delegativas-representativas. Finalmente, se ha avanzado relativamente poco en la configuración de redes de ciudades con nuevos gobiernos con voluntad transformadora, aunque algunos avances en España y en Europa se han hecho.