ABSTRACT
La movilidad residencial es un proceso urbano característico de los sujetos sociales, al desplazar, localizar y marcar tendencias sobre las necesidades, oportunidades y decisiones dentro de un determinado territorio, Es así que vale la pena preguntarse ¿Quién tiene la capacidad de moverse y optar por una mejor localización?. Este proceso incide en la incorporación de nuevos suelos, aumento la mancha urbana, concentración heterogénea de economías de urbanización, desarrollando geografías desiguales, asentamientos exclusivos, e incluso generan imaginarios que se replican en toda la población.
En este sentido, el principal objetivo de este artículo es identificar la incidencia de la formación de geografías desiguales a través de la movilidad residencial de la élite. Se analiza a la élite quiteña a través del “Conjunto Habitacional de Jacarandá” en Cumbayá (Quito-Ecuador) al ser el primer planteamiento urbano arquitectónico en la ciudad que se configuró como huertos familiares cerrados en donde este grupo social se localizó, actualmente este planteamiento se ha replicado en toda la parroquia Cumbayá.
Como una breve conclusión la movilidad de la elite quiteña es producida por la generación de nuevas necesidades (mayores espacios, mantener estatus, diferenciación social) y nuevas oportunidades (políticas permisivas, producciones innovativas) que valorizaron sus poderes sociales como grupo. Pero cuando existe deterioro e inserción de clases menores, la “homogeneidad” de clase se rompe y genera heterogeneidades para iniciar nuevamente este proceso. Sin embargo hay que considerar que estos son resultados preliminares de la investigación en curso de la Maestría en Estudios Urbanos 2014-216, en FLACSOEcuador, bajo la dirección del profesor Ramiro Rojas Pierola.