Realidades de procesos de desplazamiento en América Latina

La serie de trabajos presentados en este Working Paper Series fueron presentados en el tercer encuentro de Contested Cities en la ciudad de Leeds, como parte del eje de Desplazamientos y Gentrificación.

Dentro de la red de investigación Contested Cities se ha puesto énfasis en el análisis del desplazamiento como concepto primordial en la teoría urbana y en su relación con los demás temas estudiados por el proyecto, tales como gentrificación, luchas por la vivienda, movimientos sociales, mercados.

En este conjunto de trabajos se analiza el desplazamiento desde diferentes perspectivas, en su relación con los procesos de gentrificación y como resultado de variadas formas de políticas neoliberales aplicadas en espacios urbanos de América Latina. Se aprecian temáticas donde se analizan las coaliciones, grupos de poder, políticas y dispositivos en general, que promueven desplazamientos de población en las ciudades. La relación de procesos de desplazamientos y la apropiación del espacio público mediante el establecimiento de políticas y planes de rescate y revitalización, apoyo a la multiculturalidad y “limpieza” de actividades comerciales ambulantes. La inversión en infraestructura de transporte para zonas selectivas de las ciudades y con ello la relación entre el mejoramiento o pérdida de las condiciones de acceso al transporte así como a la movilidad con respecto a los sectores que llegan a las zonas gentrificadas o bien los sectores de población que son desplazados. La relación entre la propiedad individual de la vivienda, como principal fuente de estabilidad y bienestar para las familias trabajadoras y los procesos de desplazamiento de población hacia zonas periféricas. Así como la influencia de los proyectos turísticos de carácter global en los procesos de desplazamiento de población en zonas en proceso de urbanización.

En la aportación de Victor Delgadillo se realiza un recuento de diferentes acercamientos a las variadas formas de desplazamientos forzosos estudiadas desde la literatura latinoamericana. Se mencionan los casos del Centro Histórico de la Ciudad de México, los casos de desplazamientos de población en Colombia derivados de la guerra, los conflictos armados, así como por proyectos de “reasentamientos” de población como el caso de Medellín, donde se promueve el desarrollo de un proyecto de “ciudad innovadora”, etre otros.

Del análisis de éstos y otros casos, Delgadillo expone que en América Latina no solo existen las formas de desplazamiento estudiadas y propuestas desde el “Norte Global” (en referencia al trabajo de Marcuse) sino que es importante agregar otros factores productores de desalojos y desplazamientos como consecuencia del diferente desarrollo económico y social de la región y que caracterizan los procesos de gentrificación en latinoamérica.

En esta misma línea Ernesto López propone relacionar tres factores clave que son causales de gentrificación a partir de los aportes al concepto en América Latina. Estos son,

  1. Reposicionamiento de la economía metropolitana en el mercado global de servicios.
  2. Transformaciones en macro escala mediante inversiones públicas para el aumento de la accesibilidad y movilidad en ciertos barrios y generación artificial de capital espacial a ser internalizado por las clases económicas más favorecidas. En este punto, López señala la gentrificación como estrategia de grupos de clase media para aumentar su capital espacial. Lo contrario sucede con la población desplazada, para estos grupos significará la pérdida de éste capital espacial.
  3. Las microeconomías de suelo donde los agentes privados de alto estatus restructuran y aprovechan las micro-economías de propiedad y renta originales que permitían la localización de las clases populares y con ello propiciando y acelerando su expulsión.

Con relación a uno de los puntos desarrollados por López como causas de la gentrificación en América Latina, el trabajo de Blanco, Apaolaza, Bosoer y González, analiza la relación entre movilidad, transporte y gentrificación. Se pone a la vista la ganancia o pérdida de movilidad, accesibilidad al transporte y de capital espacial, respecto de los grupos que llegan a los espacios gentrificados y que pertenecen a los sectores económicos más favorecidos y los grupos más empobrecidos, que son desplazados hacia espacios periféricos, con un menor acceso a servicios.

Uno de los aspectos que se considera significativo resaltar de éste trabajo, es la importancia que se da al análisis de las movilidades cotidianas de los grupos desplazados y con ello como enfrentan la pérdida o recomposición de capital espacial. Con el desplazamiento frecuentemente se da una pérdida de capital espacial porque los traslados son hacia lugares con menores dotaciones de servicios muy a menudo hacia la periferia. Por ello los autores lanzan las preguntas de ¿cómo se reconstruye el cuadro de relaciones y representaciones cotidianas a partir de los desplazamientos residenciales originados en procesos de gentrificación? ? ¿Qué lugares y sistemas de actividades anteriormente accesibles dejan de serlo? ¿Cómo se manifiesta la pérdida relativa de capital espacial en los grupos sociales desplazados? ¿Qué movimientos sociales y resistencias se generan en torno a estos procesos? ¿Son incluidas como demandas o, mejor aún, como derechos, las necesidades de movilidad?

Como material metodológico para éste análisis propone una guía de relevamiento de información de movilidad y capital espacial. A través de esta serie de consideraciones se propone reconstruir los sistemas residenciales originales y los reonstruidos en las nuevas localizaciones con el objetivo de evaluar las nuevas condiciones de acceso.

Por su parte, Carman analiza el proceso de desplazamiento de población a través del análisis de los circuitos de movilidad diferenciados entre distintas clases sociales para el caso de la ciudad de Buenos Aires. Por un lado menciona los desplazamientos inversos de clases sociales, mientras que las clases medias y altas se dirigen a habitar las periferias para huir del supuesto caos e inseguridad que representa la gran ciudad, los sectores de bajos recursos, habitantes de las periferias se desplazan cotidianamente a la gran ciudad en busca de mejores oportunidades y mayores opciones de acceder al consumo presentes en la ciudad.

Carman destaca los discursos que son utilizados por las autoridades locales para llevar a cabo desplazamientos de población. Uno de estos discursos es la mención del estigma étnico de los supuestos “habitantes indeseables”, esto es que se da por hecho que la gente que ocupa o habita determinados espacios es población migrante indocumentada. Así, bajo la supuesta justificación de los habitantes indeseables, de los “otros” que no deberían habitar espacios dentro de la ciudad por su supuesto estatus de ilegalidad, se expone como en Buenos Aires se han realizado desalojos de zonas ocupadas por población pobre nacional así como migrante de países vecinos.

A la vez que a este discurso de los habitantes indeseables se contrapone la supuesta revalorización de los migrantes, de éstos mismos “otros” pero ahora para la promoción de una “ciudad multicultural como ciudad atractiva y competitiva en términos simbólicos para volverse un segmento potencial del mercado”. Como menciona Harvey (2005) las características de excepcionalidad, autenticidad, particularidad y especialidad son subyacentes a la capacidad de obtener rentas monopolistas, y que por lo tanto el campo de las prácticas culturales y los artefactos históricamente constituidos así como las características medioambientales representan elementos excepcionales para su venta y obtención de rentas.

Se menciona la promoción de políticas vinculadas al mejoramiento ambiental o cultural que implican el desplazamiento de éstos ocupantes considerados como indeseables. Lo ambiental como argumento neutral para echar ocupantes que se desalojan por su propio bien, o bien la defensa del espacio público para el supuesto uso de las mayorías.

Para Carman, la política de los desalojos no se articula con una política habitacional, sino que procura remplazarla, todo esto envuelto en una serie de políticas de endurecimiento de la violencia por parte de las autoridades para la defensa de ocupaciones “indeseables” en la ciudad.

En éste mismo sentido Uriel Martínez desarrolla el uso del discurso en relación al espacio público en los programas de rescate del Centro Histórico de la Ciudad de México.

De acuerdo con el trabajo de Martínez, los gobiernos locales han creado programas de regulación del comercio ambulante para llevar a cabo su propuesta de recuperación del espacio público en el Centro Histórico de la ciudad. Se han instaurado programas de “limpieza social” y criminalización de actividades consideradas inapropiadas. Lo que ha originado procesos de desplazamiento de población, no solo en relación a la vivienda, sino de actividades económicas y actividades sociales. Para Martínez, estos procesos de “recuperación” han traído consigo la pérdida del carácter público y de la posibilidad de relaciones no alienadas.

Por su parte Antoine Casgrain analiza diferentes estrategias para el acceso a la vivienda por diferentes grupos de población. Para Casgrain en América Latina la casa propia no es sólo un bien de consumo, sino que, en ausencia de garantías sociales, también representa la única estrategia disponible para obtener una seguridad del ingreso y un bienestar social. Se menciona que en Chile los programas de acceso a la vivienda propia se desarrollan en su mayoría, en nuevas urbanizaciones periféricas, por lo que es escasa la posibilidad de acceder a una vivienda propia en áreas centrales de las ciudades.

Con base en esto los no propietarios de vivienda, ya sea arrendatarios y no-propietarios para resistir al desplazamiento de áreas centrales de la ciudad, deben recurrir a estrategias residenciales tanto individuales como colectivas que sustituyan la falta de seguridad y bienestar que representa la casa propia.

Mediante el análisis de trabajo de campo realizado con arrendatarios habitantes de zonas pericentrales en Santiago de Chile se indica que es a través de estrategias de localización y hábitos de radicación que los arrendatarios logran sustituir la falta de seguridad y bienestar económico que sólo podrían obtener mediante la propiedad.

Casgrain analiza el desplazamiento desde otra perspectiva y propone que para evitar el desplazamiento y la segregación, la propiedad tiene que dejar de ser la única fuente de estabilidad y bienestar para las familias trabajadoras. Para Casgrain, la propiedad individual de la vivienda no es la mejor distribución del suelo urbano, favoreciendo el desplazamiento de los pobres hacia los suelos más baratos.

Por último en el trabajo de Rosalia Camacho se analiza el caso del proyecto turístico Riviera Maya y las implicaciones de desplazamiento y segregación socioespacial que ha provocado su desarrollo en una zona hasta hace poco no urbana.

Con el arribo del turismo, se ha visto la privatización y mercado de tierras, el desplazamiento de gran parte de población maya, pescadores y habitantes en general, de las zonas valiosas económicamente para el turismo, en favor de inversionistas privados nacionales y extranjeros.

Las políticas de desalojo comenzaron con los desplazamientos de población maya y no maya local de sus propiedades y actividades en la franja costera y posteriormente, éstos desplazamientos incluyeron a población migrante trabajadora, en su mayoría campesinos e indígenas provenientes de los estados del sur del país que comenzaron a habitar la franja turístico-costera. Se exponen las políticas y dispositivos neoliberales desarrollados por el Estado para llevar a cabo el proyecto turístico, en donde el desplazamiento de población nativa y migrante así como la segregación socioespacial conforman un patrón de producción de un espacio urbano-turístico desigual.