ABSTRACT
La política de vivienda en México se ha caracterizado por favorecer el acceso a la vivienda en propiedad. Hacia la década de los noventa se promueve la disminución de la intervención del Estado en la promoción pública de vivienda, propiciando el dominio del mercado formal por el sector privado. Esto ha incentivado en las grandes ciudades, un marcado crecimiento de la oferta de vivienda, en particular de interés social.
La periferia oriente y norte de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México se caracteriza por una creciente oferta de vivienda en conjuntos habitacionales. El objetivo de la presente comunicación es analizar las consecuencias de la oferta de vivienda en dos sentidos: en primer lugar, en cuanto a la construcción masiva de vivienda en municipios que carecen de infraestructura y equipamiento urbano incidiendo en características de habitabilidad y concentración de pobreza; en segundo lugar, el incremento en la recaudación de impuestos por parte de los municipios, en particular del impuesto predial. Se plantea como hipótesis que la creciente oferta de vivienda social en la periferia de la Ciudad de México está determinada por el precio de suelo y más allá de mejorar las condiciones de habitabilidad está concentrando sectores de población de bajos ingresos. Así también, los ingresos capturados por las municipalidades, lejos de representar incrementos en los ingresos fiscales, han aumentado los costos que representa la satisfacción de los servicios básicos para los habitantes de los conjuntos habitacionales.