ABSTRACT
Si bien los estudios sobre la migración se han centrado a menudo en las razones y condiciones de movilidad de los migrantes, hay otra visión desde la que abordar la cuestión de movilidad y la migración. Esta se refiere a qué es lo que pasa con quienes están ya en su destino migratorio. ¿Cuáles son las restricciones a la movilidad que se encuentran y cómo se relacionan estas limitaciones con la manera de entender la ciudad o el barrio? ¿Cómo influyen en esto las políticas públicas que se ponen en juego dentro de procesos de amplio alcance y difusión concretados localmente? Con estas premisas, este texto se centra en las experiencias de “sin papeles” en Lavapiés para abordar la intersección entre lugar, violencia y movilidad. Para ello, se adopta un acercamiento a lo espacial que no engloba únicamente una geografía física, sino que contempla distancia, diferencia, movilidad y sentido del lugar. El espacio no es una esfera separada de lo social sino que existe una relación interconstitutiva social-espacial. Desde este punto de partida, el lugar se devela como algo abierto que no está atado al territorio. En su constitución intervienen diferentes procesos localizados en diferentes territorios. Esto permite el análisis de los sentidos del lugar y de los procesos hegemónicos donde se negocian los significados en torno al lugar, analizando como la violencia y la movilidad van a participar en estos procesos, que adoptaran formas concretas en los entornos estudiados.