REINVENTANDO LOS IMAGINARIOS POLÍTICOS DE LA RESISTENCIA A TRAVÉS DE LA EXPERIENCIA DE UN CSO

ABSTRACT

La okupación, acto marginalizado y enmarcado durante muchos años a y hacia una comunidad concreta y señalada, en los últimos años ha visto aumentado sus efectivos; lo cual significa que capas más amplias de la población la apropian y la entienden como válido para actuar, reivindicar y crear.

Este cambio de percepción se ha debido a un fuerte cuestionamiento (en positivo, propositivamente se exploran terrenos no institucionalizados) y una deslegitimación (en negativo, lo institucional reprime o autodegrada y desnaturaliza su condición) de lo que es público, incluido el espacio de expresión y materialización pública. En especial, la explosión que supuso el 15M o el movimiento Antiglobalización y la mayor apertura de los Centros Sociales hacia las diferentes luchas urbanas, propició un mayor papel de éstos en otras funciones de la ciudad. Así, estos Centros producen un espacio de socialización en paralelo al espacio público -entendido como desarrollado esencialmente por el Estado- pero con las mismas atribuciones de expresión o inclusión, involucrando a otros actores y movilizando otras potencias sociales, amén de articular alianzas y contrapoderes.

En está(s) dinámica(s) y comprensiones novedosas se ha hecho habitual la creación de Centros Sociales -fórmula que tiene una larga tradición- como herramienta de lucha colectiva práctica por expresiones sociales empoderadoras (que se han desplazado hacia estos terrenos antes vetados o estigmatizados, como la okupación, legitimando o aprovechándolo).

Por lo tanto, los Centros Sociales representan una oportunidad para abrir conceptual y físicamente lo alternativo allende los tradicionales lugares y hacia espacialidades emancipadoras que posibiliten probar esos puntos de fuga.

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