ABSTRACT
“Venimos con la mirada serena de la razón a defender el derecho no escrito a poder soñar. Nosotros que venimos del olvido queremos recordarles que también soñamos”
Vecinos sin Techo y por Una Vivienda Digna Asociación Civil de San Martín de los Andes, Argentina.
La ponencia se enmarca en el análisis de las prácticas articuladas de los Proyectos de Voluntariado Universitario “Colectivo de Producción de Hábitat” y de Extensión Universitaria “Habitando el Barrio Intercultural – Lote 27” que han congregado a un colectivo interactoral integrado por pueblo originario, organizaciones sociales, educativas y gubernamentales de distintos niveles y estamentos.
Se ha planteado así el desafío de la agregación y articulación con actores locales de distinto carácter, reconociéndose, en la articulación interactoral, construcción de tejido social activo, al sumar cada uno sus saberes.
La experiencia de Extensión Universitaria en el Barrio Intercultural – Comunidad de Cambio en la Ciudad de San Martín de los Andes (Provincia de Neuquén, Argentina) comenzó en el año 2010, con la presentación de Proyectos de Extensión Universitaria [PEU] del Equipo del Laboratorio de Tecnología y Gestión Habitacional de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata junto a la Asociación Civil de Vecinos sin Techo por una Vivienda Digna de la ciudad de San Martín de los Andes con el propósito de apoyar al Proyecto “Barrio Intercultural – Lote 27” gestado por la trabajosa y larga tarea de la Comunidad Mapuce Curruhuinca y los “Vecinos sin techo y por una vivienda digna, Asociación Civil” en la tierras restituidas a la Comunidad Mapuce Curruhuinca.
Sabida la lucha de los pueblos originarios por ser reconocidos culturalmente y por la restitución formal del territorio por ellos ocupado ancestralmente, a lo largo de los últimos 12 años la Comunidad Mapuce Curruhuinca junto a “Vecinos sin techo y por una vivienda digna, Asociación Civil” se han propuesto resolver la problemática habitacional de una manera innovadora, solidaria, superadora de antinomias que inclusive trasciende a su propio ámbito.
En el transitar se ha articulado un colectivo interactoral, donde la empresa, no se ha quedado allí, sino que también han persiguido satisfacer demandas vinculadas a otras problemáticas propias la región, promoviendo proyectos comunitarios que atiendan a necesidades básicas como la salud y la educación, dando lugar asimismo a proyectos de carácter recreativo y cultural que han permitido la generación de empleo.
La sanción de la Ley Nacional 26.725, en el año 2011, que determinó la restitución de 400 hectáreas a la Comunidad Mapuce Curruhinca y la posibilidad de construcción del Barrio Intercultural – Lote 27, en 100 de esas hectáreas, que prevé la construcción de 250 viviendas y edificios de carácter comunitario, medioambientalmente sustentable, ha posibilitado el trabajo articulado de las organizaciones sociales, educativas y gubernamentales en prácticas transitadas a partir de escenarios de planificación participativa y gestión asociada.
En el texto de la Ley se expresa “No podemos dejar de reconocer la significativa importancia de la creación del primer barrio intercultural del país, en la búsqueda de una solución solidaria a un problema común de los habitantes de nuestra provincia, que es albergar a las familias del Neuquén bajo un techo digno. Si somos capaces de lograrlo, habremos demostrado una vez más que, existen otras formas de solución a los conflictos de tierra y viviendas. Formas solidarias, sustentables para el hombre y para el ambiente, no importa su procedencia, su origen étnico ni su condición social”.
Hoy el sueño ya cuenta con 56 viviendas construidas próximas a ser habitadas, viveros y edificios para la producción y un colectivo interactoral que no se detiene en la lucha y la promoción por el derecho al hábitat digno.
Para su análisis se indagaron, en el presente trabajo, referentes teóricos – conceptuales de las siguientes direcciones en la producción de conocimiento sobre lo urbano: el rescate de la historicidad y singularidad de las formaciones sociales latinoamericanas; el lenguaje transdiciplinar, las racionalidades alternativas, la lectura activa y dialógica de la cuestión urbana; la simultaneidad de los movimientos de involución y evolución de las ciudades; la inclusión de otros saberes y la valorización de contextos y lugares.
Se ha distinguido en la intención del presente abordaje de análisis, opuesto a metodologías relacionadas a la evaluación de las políticas urbanas que se limitan a destacar las experiencias consideradas bien sucedidas, las “buenas prácticas”, procurando identificar la potencia utópicas que sobrepasan las prácticas consideradas ejemplares (Torres Ribeiro, 2008). Asimismo, en favor de la valorización de las prácticas utópicas, se puede decir que la propia escala del fenómeno urbano y las crecientes desigualdades sociales impiden que la presentificación pueda ser aceptada como única dirección y único sentido de la acción colectiva. Se ha valoriza la ampliación de las voces propositivas y proyectivas procurando revelar los futuros ansiados, casi nunca expresados.
Al poder reconocer así, las posibilidades de autoorganización que germinan en el tejido urbano, todavía contenidas por la fuerza del discurso dominante, se encuentran espacios para la formulación de un nuevo ideal de desarrollo urbano, comprometido con la justicia y la defensa de identidades culturales profundas.
En la búsqueda y reflexión propuesta sobre las prácticas alternativas reconocen las potencialidades en las territorialidades populares, en la legislación urbana, en las culturas políticas, en formas de organización social, en proyectos de gobierno, en lenguajes y códigos culturales y en la materialidad urbana. Desde esta perspectiva, al abordar el análisis del espacio socio-territorial urbano, se busca superar la tendencia a aprisionar el pensamiento crítico en el presente amplificado, encierro en que se cae por enfatizar, casi con exclusividad, el pensamiento pragmático y operacional (Torres Ribeiro, 2008).