ABSTRACT
Mientras se proyectaba la Valencia del siglo XXI, la de los grandes eventos (la Fórmula 1 y la America’s Cup) y costosos proyectos urbanísticos (La Marina Real, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, etc.), en otros barrios de la ciudad también se seguían los patrones del urbanismo neoliberal pero desarrollados a partir de una política urbana silenciosa y aparentemente desideologizada. Son los casos de Russafa y Benimaclet, dos barrios de la ciudad de Valencia donde se proyectaron planes urbanísticos que respondían a los intereses del capital. Pero con resultados distintos, en Russafa se gentrifica el barrio y en Benimaclet nacen experiencias autogestionadas y comunitarias. El objetivo que se persigue es establecer hasta qué punto los movimientos vecinales de hoy son resistencias frente a las nuevas formas de apropiación capitalista de la ciudad.