ABSTRACT
Tema principal del artículo es una crítica a las que son definidas cómo retóricas de la gentrificación, es decir las narrativas que en ámbitos muy diferentes suelen acompañar los argumentos de denuncia de los procesos gentrificadores.
No obstante, la crítica a las retóricas tiene un propósito positivo: reforzar la trascendencia y efectividad del discurso en contra de la gentrificación despojándolo de aquellos argumentos que, a pesar de su posible eficacia emotiva, son considerados falaces o contraproducentes. Ello lleva a cuestionar varios asuntos implícitos de las retóricas anti-getrificación por considerarlos funcionales a la construcción de un discurso épico que aleja de lecturas objetivas del problema y dificulta la formulación de respuestas coherentes.
Una de las consecuencias de esta construcción épica es el no abordar suficientemente la contradicción que atañe a muchos de los propios activistas antigentrificación. Es decir, su ser a menudo gentrificadores en potencia por circunstancias que, a pesar de su voluntad, no pasan desapercibidas a los ojos del mercado. Muchos de los hábitos y actitudes de estos militantes tienden a contribuir al fenómeno que el autor define de hiper-representación y simbolización del espacio, que alimenta el círculo vicioso de la gentrificación en la medida en que contribuye a un proceso de singularización y exclusividad.
El artículo concluye con una propuesta para la normalización del espacio urbano que podría contrarrestar en parte algunas inercias gentrificadoras. La propuesta, que otorga implícitamente centralidad al sujeto público, consiste en una política de localización estratégica de los usos urbanos no deseados por la cual se puedan desactivar o mitigar determinados procesos de singularización.