ABSTRACT
Las ciudades italianas se han caracterizado en los últimos 40 años por haber vivido un fuerte proceso de transformación social, política y territorial, que ha cambiado la forma de inserción socio-espacial de las poblaciones, especialmente de las nuevas, y las maneras de gobernar la cuestión urbanística. Estas transformaciones, especialmente en los últimos diez años, han determinado una verdadera reestructuración de las relaciones socio-espaciales y las prácticas de conflictos activas por parte de los movimientos sociales por la vivienda, que han estado caracterizados, sobre todo, por el protagonismo conflictivo de las poblaciones inmigradas.
Este movimiento es un indicador social y político de una parte de la estructura de desigualdad activa en la sociedad italiana y, al mismo tiempo, de los límites de las intervenciones de las instituciones públicas.
En esta comunicación se pone en evidencia que el movimiento por la vivienda propone políticas urbanas diferentes, centradas en la defensa y reconstrucción del espacio público, en la participación de las poblaciones en los procesos de toma de decisión, especialmente de las poblaciones excluidas por las políticas vigentes, y en la construcción de una política por la vivienda de nivel nacional, a través de un plan estatal y recursos económicos suficientes para garantizar el derecho a la vivienda, y, así, a la ciudad, de toda la población.