ABSTRACT
La gestión pública en la localidad de Comodoro Rivadavia, se enfrenta con renovados dilemas que están asociados esencialmente con el orden urbano basado en la coordinación de mercado que produce y reproduce una ciudad fragmentada, donde la asignación de recursos se focaliza en los sectores más favorecidos y se encuentra en conflicto cuando las porciones menos favorecidas instalan su reclamo, sobre todo en cuanto al acceso a la tierra pública. El municipio de Comodoro define una gestión que requiere variadas estrategias, especialmente porque se encuentra en una de las cuencas petroleras más ricas del país, que dan carácter y potencian los problemas que se abordan. En lugar de un Estado presente en la solución de los problemas habitacionales de los sectores populares se observa, en el mejor de los casos, la legalización de la informalidad como mecanismo de integración formal (Cravino, 2014). Aunque la gran parte de la tierra fiscal del periurbano se encuentra excluida de la agenda pública y cooptada por el mercado ilegal. Por lo que la autogestión de los sectores populares aparece vinculada a la insuficiencia de vivienda. Estos conflictos por tomaran como eje para revisar la gestión urbana.
Cabe preguntarse entonces cómo se gestiona la tierra pública urbana (tanto provincial como municipal) a las que llega el ciudadano tanto con la modalidad de asentamientos, la más conflictiva, pero también a través de organizaciones intermedias (cooperativas especialmente) por las que también se accede a las mismas de manera formal aunque igualmente desatendidas por la gestión municipal una vez instalados los vecinos.
Desde la ética territorial, se toman los tres principios éticos que la guían, igualdad, equidad y diversidad, como reguladores de las relaciones entre las personas y el territorio, entendido este como un lugar cultural y simbólico apropiado por personas.